23 de diciembre de 2009

Carta al Hijo que entregué en Adopción



“Después de engendrar,
todavía es necesario elegir ser padres.

Después de recibir la vida,
todavía es necesario elegir ser hijos”.

* Extracto del libro “Carta al Hijo que entregué en Adopción”, de Julio César Labaké.

    No te escribo para reclamarte nada.
    Ni para dolerme de nada ante ti, ni para que te duelas de nada ante mí.
    Te escribo para romper ciertas ataduras que te impiden la alegría de ser tú mismo, simplemente.
    Para que podamos vivir nuestras vidas, la tuya y la mía, finalmente en paz.
    Yo te hice nacer porque te amé.
    Por encima de todos los prejuicios y de todos los riesgos que significaba ser leal a ese diminuto ser que ahora lleva tu nombre y tiene tu edad.
    Por eso naciste.
    Luché por ti desde el instante de saberte en mis entrañas.
    Aunque desde entonces sufrí al imaginar los caminos extraños que recorrería tu historia.
    Muchas veces, en estos años de distancia y de silencio, me han resonado en el alma aquellas palabras que todos hemos necesitado recordar alguna vez: “La verdad nos hará libres”.
    A los dos.
    A mí, porque acabaré de entregarte para que vivas la vida que yo no pude, no podría haberte dado.
    A ti, porque al sincerarte con tu historia, te reconciliarás íntimamente con la vida.
    ¡Existes!
    Y quienes ahora te aman de la forma en que te aman, como hijo, han recibido de mis manos y de mi corazón el derecho y el mandato para hacerte vivir.
    La paternidad es una decisión del alma que se entrega para darle vida al que se ama como hijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario