23 de enero de 2010

Niños de Haití



La realidad de miles de personas que perdieron sus vidas y otras tantas que, aunque heridas y sin sus familias, sobrevivieron a la catástrofe natural de Haití, no nos ha dejado indiferentes. Más aún, nos impresiona la situación de tantos niños y niñas que han perdido a sus padres, hermanos y familiares, quedando en situación de orfandad y desprotección.

Si bien la ayuda material ha llegado desde la comunidad internacional con premura, también hemos conocido a través de los medios de comunicación, el interés creciente por acoger a los niños de ese país a través de la adopción, en busca de restituir su derecho a crecer y vivir en una familia.

Pero organizaciones internacionales advierten sobre los riesgos de estas acciones bien intencionadas, debido a que en momentos de caos surgen situaciones de niños circunstancialmente separados de sus familias, que no necesariamente son huérfanos y se debe velar por la oportunidad de reunir al niño con sus padres o familiares.

¿Es la adopción una vía real de apoyo y protección para estos niños o puede agravar más su desarraigo y el dolor de sus experiencias de vida?

6 comentarios:

  1. Por un lado como madre adoptiva comprendo a las autoridades chilenas en el entendido que puede verse a la adopción de dichos niños no como un proceso de maduración en querer "hacer una familia" , sino como un acto de caridad ( negativa del gobierno a las adopciones express) . Esto último si bien es cierto salva la vida de dicho niño, lo puede marcar para el resto de su vida, pues el acto de caridad puede tener final : querer dejar de hacerla .

    Llegar a la desesperación de adopción masiva puede llevar a resultados no deseados como que alguno de ellos puedan tener algún destino irregular como lo es la trata de blancos o esclavitud encubierta ( no lo digo de nuestros nacionales que testimonian en esta noticia pues no dudo de su inmensa voluntad y corazón )

    Yo estoy a favor de la adopción internacional, pero que no sea motivado desde la sola emoción sino que impere la razón.

    La razón y la voluntad van a ser las que a la larga van a garantizar el éxito en el crecimiento de dichos niños ( el éxito de la adopción) .

    En cuanto a la pregunta final , siempre unsa separación produce algún daño.

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  2. Concuerdo con María que hay que trabajar la razón en conjunto con la emoción. Aunque no puedo dejar de sensibilizarme al pensar en el futuro de miles de niños haitianos. La adopción internacional se debiera canalizar a través de una entidad veedora o supervisora, ya que es complicado con todo el caos que hay ahora. Creo necesario que las cosas decanten un poco pero se debiera facilitar de alguna manera la adopción, ya que un niño sin familia siempre va a ser peor.

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  3. Un terremoto. Casas en el suelo. Padre muertos, o desaparecidos. ¿Y además un pais extraño, otra lengua. otras gentes? ¿Todo eso en un mes o dos? Ningún niño lo aguanta. Apenas lo aguanta un adulto. Una solución de ayuda global es más valedera, con los niños juntos en su pais, apoyados, ayudados por todos las naciones. Las soluciones emocionales no son soluciones reales. La adopción de un hijo no pasa (necesariamente) por la lástima o la catástrofe. Hay que ayudarlos a reconstruir su pais, a vivir entre los suyos, aun con la carencia de sus padres. No desarraigarlos o alejarlos de manera aun más brutal de su isla. Con ellos y para ellos, aunque sea en la distancia. Pero es tan dificil, ya están dejando de ser noticia...

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  4. La pregunta ¿Es la adopción una vía real de apoyo y protección para estos niños o puede agravar más su desarraigo y el dolor de sus experiencias de vida? esta planteada desde una mirada negativa, y si la platearamos como una opción válida para que vean que el amor es el eje central de la vida. Con la adopción se forman familias, se potencian vidas, se comparte el amor. Efectivamente el desarraigo y el dolor que han tenido en sus vidas no los podemos cambiar, pero si existe la posibilidad de que tengan con la adopción todas las posibilidades del mundo con amor... y eso es lo importante para estos niños.

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  5. No estoy de acuerdo con Jorge; para "estos" niños, igual que para todos los niños TODO es importante. Es básico el amor, pero para que una adopción ( y no asilo) sea existosa hay muchas más cosas que cautelar, evaluando en forma racional y mesurada las reales posibilidades de parentalización y adaptación a una cultura absolutamente diferente. No estoy de acuerdo con que el criterio sea "cualquier cosa es mejor que lo que tienen", afortunadamente así no está sustentada la adopción en nuestro país.

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  6. Creo que las miradas de extremas de decir si es bueno o malo no lleva a ninguna parte. Las cosas se deben analizar con el fin último de la adopción: el bienestar del niño, y en ese sentido creo que se debe mirar, dado que los niños están ya en una situación de total desamparo y en un país donde su estado es de constante dificultad con o sin terremoto, si trasladarlos a otro lugar, con familias que los quieren recibir no será mejor.

    Mi duda es si no existen temores o prejuicios porque estos niños son de una raza distinta, con un color de piel diferente... creo que el amor maternal y paternal es universal.

    Las personas se sienten acogidas en los gestos, en el abrazo, en el cariño que sepone al cambiar un pañal y secar una lágrima, más que en si somos de la misma raza, el mismo color o las mismas costumbres.

    Estoy segura que un niño que está huerfano será más feliz con una familia en otro país que creciendo en una institución.
    Creo que hay que dejar los temores y los prejuicios y evaluar profesionalmente a quienes estén dispuestos a adoptar un niño. Si esa tarea es bien hecha,se sabrá si esos padres están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias por su hijo, tal como lo hacen miles de papás cada día.

    Valentina

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