26 de diciembre de 2012

Una carta de ella




Querida Laura Alexandra
Hija, agradezco a Dios la oportunidad de haber podido saber de ti, me alegra saber que eres buena, que creciste y que te quieren, me alegra saber que vives y que significo algo para ti.

Durante todos estos años he pensado en ti, y siempre me he preguntado si hice las cosas de manera correcta, pero hoy no existe ninguna forma de corregir las cosas como se hicieron en el pasado.

Cuando tú naciste mi vida era tan difícil, estaba tan asustada que dije cosas tontas y también hice cosas que no fueron las mejores. Todos estos años hice de cuenta que habías muerto, al principio recordaba tu cumpleaños, luego empecé a guardar el recuerdo, pero cada vez que algo malo pasaba en mi vida pensaba que Dios me estaba castigando como me lo merecía, siempre he pensado que hice mal, que hoy mi vida sigue igual porque cometí un pecado. Nunca volví a misa, dejé de ir porque siento que Dios no me perdonará nunca.

Aquí en el Hogar Materno me han dicho que Dios no puede castigarme, que al dejarte nacer salvé tu vida y la mía, a mí me parece que sólo lo dicen para que me sienta tranquila. Esto ha sido muy difícil, remover el pasado que quise dejar atrás, todavía no entiendo muy bien cómo me encontraron, pero aunque la Srta. XXXXX no ha querido decirme mucho, sé que te quieren mucho en tu familia, que tienes un novio con el que piensas casarte y que esperas conocerme algún día. También sé que esta carta te la van a hacer llegar, así como a mí me leyeron una que tú mandaste, tienes razón cuando me dices que somos dos extrañas, tu mundo y el mío son distintos, y aunque no hice  las cosas de la mejor manera, hoy por lo menos no tienes que vivir en mis problemas y en mis dificultades, yo sigo siendo una mujer pobre, sin muchas oportunidades y ahora algo enferma.
Le dije hoy a la doctora, que no sé si pueda seguir viniendo tan seguido, a veces no tengo tiempo, aunque por lo de los pasajes no puedo decir nada porque aquí me dan lo del bus cada vez que vengo, ella me dice que no deje de venir, que es importante para mí, me dijo que la próxima vez que venga traiga fotos mías, yo le dije que también quería ver fotos tuyas, pero no sé cuando pueda volver.

Nunca había escrito una carta tan larga, y ya no sé qué más decirte, después cuando la doctora me ayude te escribo otra vez.
Dios te bendiga

URL Abreviada: http://numrl.com/uce08

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