En Norteamérica uno de
los aspectos más polémicos de la actual política y práctica sobre bienestar
infantil, tiene que ver con la conveniencia de que las familias adopten niños
de diferente raza o etnia a la suya propia.
Siguiendo el estudio
realizado por los profesores David Broszinsky, Daniel Smith y Anne B.
Brodzinsky, en su obra “Children'sAdjustmenttoAdoption. Developmental and
ClinicalIssues”, la adopción interracial en los Estados Unidos típicamente ha
supuesto la asignación de niños pertenecientes a grupos sociales minoritarios a
familias de raza blanca. Los defensores de este tipo de adopciones argumentan
que el desproporcionado número de dichos niños al cuidado de las instituciones,
junto con la escasez de familias, con las que coinciden en origen, disponibles,
requiere que los menores (sic) sean asignados a familias estables sin importar
su raza. Los oponentes, por otra parte, sugieren que este tipo de adopciones
perjudicará el desarrollo de una identidad racial positiva. Además, argumentan
que se incrementa el riesgo de sufrir problemas psicológicos a largo plazo.
La adopción interracial
en los Estados Unidos empezó a finales de los 40, principios de los 50, cuando
los veteranos de la
Segunda Guerra Mundial empezaron a adoptar niños chinos y
japoneses que se habían quedado huérfanos.
Más tarde, en Corea y
Vietnam, se obtuvieron nuevas fuentes de adopción internacional.
Además de niños
asiáticos, este tipo de adopción ha implicado, desde los años 60, la adopción
de menores de América del Sur y de América Central. Sin embargo, se ha
incrementado la dificultad para llevar a cabo este tipo de adopciones debido a
la resistencia de algunos países a que sus niños sean trasladados a otras
culturas.
Las adopciones
interraciales de niños pertenecientes a grupos sociales minoritarios, es
polémica. La
Asociación Nacional de Trabajadores Sociales Negros y su
homólogo británico, sostienen su oposición a prácticamente todas las adopciones
interraciales. Por otro lado, grupos como el Concilio Norteamericano de Niños
Adoptables, son firmes partidarios de estas adopciones, como un proceso de
unión permanente entre niños y familias.
En una posición
intermedia, La Liga
Americana de Bienestar Infantil, afirma que, aunque es
preferible para los niños y los padres adoptivos estar emparejados racialmente,
las adopciones no deben ser rechazadas o aplazadas si no es posible una
apropiada adopción interracial.
Adopción
interracial: perspectivas a favor y en contra
Se describe en el
estudio de los autores anteriormente citados, dos tipos de argumentos contra la
continuidad de la práctica de las adopciones interraciales.
En primer lugar, se
afirma que los niños pertenecientes a grupos sociales minoritarios criados en
otras familias, sufrirán problemas emocionales, de desarrollo y/o
socio-culturales, en especial referidos a una inadecuada identidad racial y a
una baja autoestima. Desde esta perspectiva, es central la creencia de que una
positiva identidad racial es la esencia de un saludable desarrollo personal y
que los niños adoptados por familias de otras razas, debido a esa inadecuación
en la identificación con su raza, manifestarán una adaptación psicológica más
pobre que sus iguales adoptados por familias con las que coinciden racialmente.
El punto de vista
contrario afirma que los resultados de las adopciones interraciales no son
necesariamente negativos y que la necesidad que un niño tiene de una familia
estable, pesa más que el posible beneficio que en la vida del menor puede hacer
la unión con una familia de igual raza.
El segundo tipo de
argumento en contra de las adopciones interraciales, es esencialmente político.
Se piensa que los sistemas sociales y culturales que han permitido y alentado
estas adopciones, reflejan ideologías parciales que fracasan en reconocer la
fuerza de las culturas minoritarias. Por consiguiente, la mayoría de argumentos
se centran en percibir defectos en el sistema del Servicio Social.
En contraste, otros
mantienen que las adopciones interraciales son una práctica positiva, ya que
promueven la integración racial, el ideal por el cual una sociedad tolerante
debe luchar, y además que no reconocen la superioridad de ninguna raza en
términos de que todas ellas son capaces de proporcionar un hogar adecuado para
los niños.
El debate sobre adopción
interracial es complejo y de gran importancia. Dados los fuertes
posicionamientos tomados por cada una de las partes y las trascendentes
implicaciones políticas de sus argumentos, parecería lógico asumir que dicha
polémica conducirá a un gran número de investigaciones dirigidas a resolver
estas cuestiones. Sin embargo, son relativamente escasas las investigaciones
sobre resultados específicos en adopciones interraciales.
A todo ello debemos
añadir, que hoy corren tiempos difíciles, por lo menos en España, para la
tolerancia, el ultra-nacionalismo practicado por algunos dirigentes políticos
de las llamadas Comunidades históricas, las miradas silenciosas pero duras ante
los que tiene rasgos diferentes, el localismo excluyente que se practica en
algunos lugares de nuestra patria, nos hace reflexionar sobre la importancia y
la trascendencia que tiene el tema.
Resultados de
investigaciones
Las investigaciones,
desgraciadamente, han fracasado en proporcionar respuestas a muchas de las
preguntas centrales acerca de la práctica de las adopciones interraciales,
concluyen los autores, y argumentan que es debido, en parte, a la escasez de
estudios, además de los problemas metodológicos que caracterizan al grueso de
las investigaciones en esta área. Además, la mayoría de las investigaciones se
han centrado en la adopción de niños Afro-Americanos por parte de familias de
raza blanca, excluyendo los otros tipos de adopción interracial, los cuales se
han convertido cada vez en más comunes. En España tenemos que tener en cuenta
las adopciones internacionales de menores de origen chino, que, sin duda
alguna, son las más numerosas y también de algunos países de Hispanoamérica.
Evidentemente se tendrán que realizar estudios, tal como lo han hecho y lo están
realizando en los EE.UU., aunque la experiencia comparativamente es poca y ha
transcurrido poco tiempo para efectuar un estudio serio o la muestra no es tan
amplia para que nos permita sacar conclusiones. A pesar de ello el equipo de
InterAdop continuamente está estudiando y analizando todos los hechos que
concurren en la adopción internacional en España y, en su caso, conociendo los
problemas a los que se están enfrentando nuestros colegas de otros países de
adopción o de acogida para tengamos la capacidad profesional para dar respuesta
a las familias que desean adoptar o que han adoptado con nuestra Entidad.
No hay datos fiables que
sostengan el argumento según el cual, la tensión causada por las diferencias
raciales, inevitablemente lleva al fracaso de las adopciones.
Adaptación
psicológica en los niños sujetos de adopciones interraciales
Los críticos de la
adopción interracial han expresado su preocupación por el hecho de que estos
niños puedan tener un mayor riesgo de sufrir problemas psicológicos que aquellos
adoptados por familias de la misma raza.
Algunos estudios han
examinado, a nivel general, la adaptación en la adopción interracial, los datos
indicaban que los padres expresaban, a lo largo de todo el estudio, una
considerable satisfacción en sus roles como padres adoptivos, y que los niños
adoptados se sentían firmemente unidos a sus familias adoptivas.
Así, a nivel de
adaptación general, exponen los autores, que la mayor parte de datos indican
que los niños sujetos de adopción interracial, no sufren resultados negativos
en su desarrollo, ni tienen una imagen negativa de ellos mismos. Sin embargo,
estos resultados no abordan la mayor preocupación planteada con respecto a la
adopción interracial, a saber, si es probable que este tipo de adopciones interfiera
en el desarrollo de una actitud e identidad racial sana.
Siguiendo el hilo de la
obra de los profesores americanos, éstos nos enseñan que, a nivel conceptual,
hay poco acuerdo entre investigadores con respecto a la definición de
"identidad racial". Algunos autores la consideran como una
característica personal estable, mientras que otros argumentan que se trata de
una actitud individual variable, según situaciones específicas. La falta de una
definición operacional consistente, probablemente explica la diversidad de
estrategias de investigación, además de las discrepancias que se observan en
los resultados de los estudios.
En una de estas
investigaciones, señala el prof.Brodzinsky, aun cuando se vio que la gran
mayoría de padres consideraban muy importante la identificación de los niños
con su propia identidad racial, un número considerablemente inferior de menores
mostraba actitudes positivas hacia su raza. Mientras los niños se resistan a
tratar el tema con sus padres, tal como ocurre a menudo, se cuestionará la
validez de la información ofrecida por los padres adoptivos respecto a la
adopción interracial.
Otros investigadores han
trabajado directamente con los niños, evaluando la identidad racial a través de
test proyectivos. Los resultados de estos estudios sugieren que estos menores
manifiestan una opinión más negativa sobre su propia condición racial, presumiblemente
como resultado de haberse criado en familias de otra raza. Sin embargo, otros
estudios muestran cómo la presencia de niños pertenecientes a minorías sociales
incrementa la aceptación de tales minorías por parte del resto de la familia, y
que estos niños adoptivos se identifican a sí mismos como bi-rraciales, lo cual
es un hecho enriquecedor.
Una cuestión que los
estudios han fracasado en abordar es si la identidad racial tiene alguna
relación en lo que se refiere a la adaptación de los niños sujetos de
adopciones interraciales. Algunas investigaciones llegan a la conclusión de que
las dificultades psicológicas de estos niños se incrementan con el tiempo. La
disminución en la adaptación parece estar relacionada con la manera en que las
familias adoptivas manejan los temas relativos a la identificación racial con
el paso de los años. Los datos indican que esta identificación se vuelve más
dicotómica con el tiempo, sugiriendo que las familias y los niños adoptados
tienen dificultades en integrar los sistemas de valores de las distintas razas
cuando los niños se van haciendo mayores.
Todos estos estudios
llegan a la conclusión de que no debemos quedarnos en la discusión de si la
adopción interracial es positiva o negativa, sino que nos debemos centrar en
averiguar si es posible predecir bajo qué condiciones y en qué etapas del
desarrollo, los problemas pueden empezar a surgir.
Conclusiones
sobre la adopción interracial
Creemos que no debemos
bajar la guardia en el hecho de que se pueden presentar en algunos menores los
problemas que han vivido algunas familias americanas, el apoyo de un técnico
para prever o en su caso coadyuvar a normalizar la situación dada es, en muchos
casos, necesaria. Sin embargo, el equipo del Instituto Tena de la Familia comparte la idea
de los profesores David Broszinsky, Daniel Smith y Anne B. Brodzinsky, cuando
afirman que todos los resultados apuntan hacia la importancia de la función de
protección que la adopción ejerce en la vida de los niños que han sufrido
tempranas experiencias de adversidad biológica y social, mediante el abandono y
su posterior institucionalización.
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