Aquella noche con urgencia
los astrólogos en reunión,
algo pasó en el firmamento,
les atrajo su atención.
Revisaron uno a uno
antiguos cálculos de rigor,
las simetrías del azul estrellado,
las galaxias de eterno fulgor.
Una estrella aparecía
pequeñita como un candil,
no figuraba en ningún mapa
desde el cielo y su confín.
Un astrólogo, el más sabio,
no perdió la ocasión
esforzó su ágil mente
y entregó la explicación:
Un nuevo astro ha llegado,
exclamó con emoción,
su dulzura y alegría
encendió toda ilusión.
María Gracia Belén,
le llamaremos
dijeron todos, nadie calló.
Es nuestra nueva estrella
de sonrisa linda,
una reverencia,
y un sol brillante, la saludó.
Ella mira desde su trono,
la Princesita no se inquietó,
unos ojos de poemas
y de cuentos regaló.
Su manita es tan blanca
y sus deditos extendió,
un silencio constelado
de amor puro esparció.
Desde entonces su castillo,
de todo visitante es atracción,
ella simplemente de regalo
les ofrenda una canción:
y su sonrisa es suficiente
para cautivar toda emoción.
Rubén Bustillos B.
Es un poema muy lindo que refleja que el amor del padre hacia su hija tiene dimensiones infinitas.
ResponderEliminarRealmente lindo ... se lo leeré a mis hijos
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