INFLUENCIA
DE LA PRIVACIÓN SOCIAL TEMPRANA EN EL DESARROLLO INFANTIL
Ps. María Josefina Escobar
Estudio multinivel de apego,
problemas de comportamiento y cognición social en adolescentes adoptados en la
infancia con antecedentes de privación social temprana
Estudios
longitudinales internacionales en adopción han mostrado que la experiencia de
privación social temprana impacta en el desarrollo emocional, cognitivo, social
y neurofisiológico de los niños adoptados. Sin embargo, estos datos responden a
realidades de otros países, y en Chile hay pocos estudios en relación a qué
sucede con el desarrollo de los niños que fueron adoptados, cuando éstos llegan
a la adolescencia. El presente artículo refiere sobre los resultados de la
investigación, cuyo objetivo central es mirar el fenómeno de adopción, en niños
chilenos que experimentaron privación social temprana. Es importante mencionar
que hay que ser muy cautelosos al momento de hacer generalizaciones a partir de
estos resultados, ya que este estudio tiene limitaciones, y simplemente busca
dar una aproximación exploratoria que permita discutir sobre temas que recién comienzan
a ser abordados a nivel nacional.
Se
evaluaron 25 adolescentes adoptados (14 de ellos fueron adoptados entre los seis
y 23 meses, y 11 adoptados entre los dos y seis años), los que fueron comparados
con 25 adolescentes que crecieron en sus familias biológicas. Se utilizaron
diferentes metodologías de evaluación: entrevistas, cuestionarios, tareas
experimentales (las que se realizaron mediante el uso de un electroencefalograma
para ver la actividad cerebral frente a tareas de cognición social). Los
resultados generales mostraron que la experiencia de privación temprana impacta
de diferente manera en los niveles estudiados. Sin embargo, éstos también
permiten mitigar algunos prejuicios y miedos en torno a la adopción.
Vínculos de apego
En este
estudio todos los adolescentes que participaron se vincularon de forma
adaptativa a sus familias y ninguno de ellos presentó apego desorganizado. Sin
embargo, los adolescentes adoptados presentaron más indicadores de apego
inseguro que sus pares que crecieron en sus familias biológicas, y la edad de
adopción fue un factor de riesgo de desarrollo de apego inseguro. El tipo de
apego inseguro predominante fue el evitativo,
lo que podría entenderse porque los adolescentes adoptados atravesaron por
experiencias tempranas donde probablemente, al no contar con una atención
personalizada y estable ante sus demandas, adaptativamente, aprendieron a ser
más independientes, a evitar el contacto y no recurrir a su cuidador en momentos
de angustia. La importancia de esto, es que frente a situaciones difíciles posiblemente
no mostrará confianza ni recurrirá a otros para que lo apoyen, exponiéndose a
situaciones de mayor vulnerabilidad. Por esto es importante trabajar con los
padres adoptivos (previo a la adopción y en el periodo postadoptivo), sobre
todo en las adopciones más tardías, para reforzar sus recursos y brindar
herramientas que promuevan la sensibilidad parental, que les permita ser
sensibles a las necesidades del niño, favorecer la regulación emocional y ofrecer
contención y protección en las situaciones de estrés, de forma adecuada y
oportuna, favoreciendo así el desarrollo de un estilo de apego seguro.
Problemas de comportamiento
Por
otra parte, no se presentaron diferencias significativas, tanto en el reporte
de los adolescentes como en el de los padres, en cuanto a problemas
conductuales. Este hallazgo permite desestigmatizar a los adolescentes adoptados
como “difíciles”, tema que suele ser controversial. Al comparar los grupos de
adolescentes según la edad de su adopción, sólo en el reporte de los
adolescentes (no en el de sus padres), quienes fueron adoptados más tardíamente
presentaban indicadores en la escala de problemas sociales. Estos dos factores,
vínculo de apego y problemas conductuales, refuerzan la importancia de
favorecer las adopciones tempranas, evitando que el niño que ya a ha sufrido
adversidades (prenatal, perinatal o postnatal) aumente su vulnerabilidad,
debido al tiempo que transcurre en el lugar transitorio en espera de ser
adoptado.
Se
observó que las mamás adoptivas tendían a puntuar más alto en la mayoría de las
escalas, en comparación a lo que puntuaban sus hijos. Esta discrepancia puede
entenderse de diversas maneras: como que ellas están mucho más alerta a
cualquier dificultad que muestre su hijo, lo que representa un factor
protector, ya que indica mayor sensibilidad que les permite estar alerta para
detectar situaciones problemáticas a tiempo; también podría estar reflejando temores
y prejuicios en torno al origen y el desarrollo de sus hijos; o es posible
entenderlo como que en realidad sea el adolescente quien puntúa más bajo de lo
que corresponde en su reporte sobre problemas conductuales, intentando responder
en función de lo que se espera de él y no lo que verdaderamente siente al
respecto.
Cognición social
En una
tercera variable de investigación, relacionada con el procesamiento de
emociones, se les presentó rostros alegres y enojados mientras se observaba la
actividad cerebral de los adolescentes. Los resultados mostraron diferencias en
el procesamiento emocional según el estilo de apego. Se observó mayor actividad
cerebral frente a rostros enojados en el caso de los adolescentes con apego
inseguro (sin importar si eran adoptados o no). Esto se puede explicar porque
los personas con apego inseguro-evitativo están más alerta a detectar
situaciones de amenaza para activar conductas de huida-evitación.
Otro nivel de
estudio permitió evaluar la cognición moral; se les presentó videos con
situaciones sociales de daño intencional o accidental, mientras se registró su
actividad cerebral. Debían identificar la intención de dañar a personas u
objetos en situaciones muy simples. En estas mediciones, se evidenció que en
los adolescentes adoptados la actividad cerebral estaba atenuada cuando
observaban intencionalidad de dañar a personas (en contraposición a lo que
mostró el grupo de adolescentes que crecieron en sus familias biológicas). Más
aún, aunque el rendimiento en la tarea fue correcto, un análisis más detallado
reveló que la actividad de regiones cerebrales vinculadas con la cognición
moral estaba reducida y se asociaba a conductas más disruptivas. Esto muestra
que los períodos de privación socio-afectiva en los primeros años pueden causar
un retraso en el neurodesarrollo, lo que representa un desafío de mejorar las
condiciones de las instituciones para un óptimo desarrollo de los niños, y de
los servicios de postadopción que consideren programas que favorezcan la
regulación emocional.
Respecto al perfil neuropsicológico, los resultados mostraron diferencias mínimas entre grupos, pero un dato muy relevante dice relación con el estilo de apego, los adolescentes con apego seguro (sin importar si eran adoptados o no) presentaron un desempeño superior en casi todas las funciones evaluadas.
Respecto al perfil neuropsicológico, los resultados mostraron diferencias mínimas entre grupos, pero un dato muy relevante dice relación con el estilo de apego, los adolescentes con apego seguro (sin importar si eran adoptados o no) presentaron un desempeño superior en casi todas las funciones evaluadas.
Conclusiones
Finalmente,
los resultados muestran que la experiencia de privación social temprana impacta
de forma distinta en los diferentes niveles evaluados, pero hacen evidente la
importancia del mejoramiento de las condiciones de las instituciones y del
trabajo postadoptivo, principalmente en lo que se refiere a las adopciones más
tardías. Como ejes centrales, se destaca la relevancia de favorecer una
vinculación positiva con los padres adoptivos, lo que resulta un factor
protector para el desarrollo del niño y su salud mental, e influye a nivel
neurofisiológico en el procesamiento de emociones y en las habilidades cognitivas,
asignando importancia a las intervenciones tempranas y oportunas, que toman en
consideración periodos críticos para el neurodesarrollo. Por último, y muy
relevante, estos resultados permiten desestigmatizar a los adolescentes
adoptados como adolescentes problemas.
María Josefina Escobar
Doctora en Psicoterapia
por la U. Católica de Chile – Universidad de Chile – Universidad de Heidelberg.
Magíster en Psicología
Clínica, mención Psicología Clínica Infanto-juvenil, Universidad de Chile
Directora ejecutiva del
Núcleo UDP – Fundación INECO para las Neurociencias (NUFIN). Facultad de
Psicología, Universidad Diego Portales.
Para más
detalles de los resultados presentados:
- Escobar MJ, Huepe D, Decety J, Sedeño L,
Messow MK, Baez S, Rivera-Rei A, Canales-Johnson A, Morales JP, Gómez DM,
Schröeder J, Manes F, López V, Ibánez A. Brain signatures of moral sensitivity
in adolescents with early social deprivation. Sci Rep. 2014 Jun 19;4:5354. doi:
10.1038/srep05354.
- Escobar, J.; Pereira, X. & Santelices, P.
(2014) Behavior problems and attachment in adopted and non-adopted adolescents.
Children and Youth Services Review. 42: 59-66
- Escobar, Rivera-Rei, Decety, Huepe, Helgiu,
Baez, Manes, Lopez, Ibanez (2013). Attachment style triggers differential neural
signature of emotional processing in adolescents. PLOS ONE. Vol 8(8):e70247
-
Escobar, J. &
Santelices, P. (2013). Attachment in adopted adolescents. Children and Youth
Services Review. 35: 488–492
Cita normas A.P.A.:
Escobar, María Josefina (2014). Influencia de la privación
social temprana en el desarrollo infantil. Adopción y Familia, 10, 44-45
URL abreviada: http://numrl.com/mje10
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