3 de octubre de 2014

Investigación







INFLUENCIA DE LA PRIVACIÓN SOCIAL TEMPRANA EN EL DESARROLLO INFANTIL
Ps. María Josefina Escobar
Estudio multinivel de apego, problemas de comportamiento y cognición social en adolescentes adoptados en la infancia con antecedentes de privación social temprana
Estudios longitudinales internacionales en adopción han mostrado que la experiencia de privación social temprana impacta en el desarrollo emocional, cognitivo, social y neurofisiológico de los niños adoptados. Sin embargo, estos datos responden a realidades de otros países, y en Chile hay pocos estudios en relación a qué sucede con el desarrollo de los niños que fueron adoptados, cuando éstos llegan a la adolescencia. El presente artículo refiere sobre los resultados de la investigación, cuyo objetivo central es mirar el fenómeno de adopción, en niños chilenos que experimentaron privación social temprana. Es importante mencionar que hay que ser muy cautelosos al momento de hacer generalizaciones a partir de estos resultados, ya que este estudio tiene limitaciones, y simplemente busca dar una aproximación exploratoria que permita discutir sobre temas que recién comienzan a ser abordados a nivel nacional.
Se evaluaron 25 adolescentes adoptados (14 de ellos fueron adoptados entre los seis y 23 meses, y 11 adoptados entre los dos y seis años), los que fueron comparados con 25 adolescentes que crecieron en sus familias biológicas. Se utilizaron diferentes metodologías de evaluación: entrevistas, cuestionarios, tareas experimentales (las que se realizaron mediante el uso de un electroencefalograma para ver la actividad cerebral frente a tareas de cognición social). Los resultados generales mostraron que la experiencia de privación temprana impacta de diferente manera en los niveles estudiados. Sin embargo, éstos también permiten mitigar algunos prejuicios y miedos en torno a la adopción.

Vínculos de apego
En este estudio todos los adolescentes que participaron se vincularon de forma adaptativa a sus familias y ninguno de ellos presentó apego desorganizado. Sin embargo, los adolescentes adoptados presentaron más indicadores de apego inseguro que sus pares que crecieron en sus familias biológicas, y la edad de adopción fue un factor de riesgo de desarrollo de apego inseguro. El tipo de apego inseguro predominante fue el evitativo, lo que podría entenderse porque los adolescentes adoptados atravesaron por experiencias tempranas donde probablemente, al no contar con una atención personalizada y estable ante sus demandas, adaptativamente, aprendieron a ser más independientes, a evitar el contacto y no recurrir a su cuidador en momentos de angustia. La importancia de esto, es que frente a situaciones difíciles posiblemente no mostrará confianza ni recurrirá a otros para que lo apoyen, exponiéndose a situaciones de mayor vulnerabilidad. Por esto es importante trabajar con los padres adoptivos (previo a la adopción y en el periodo postadoptivo), sobre todo en las adopciones más tardías, para reforzar sus recursos y brindar herramientas que promuevan la sensibilidad parental, que les permita ser sensibles a las necesidades del niño, favorecer la regulación emocional y ofrecer contención y protección en las situaciones de estrés, de forma adecuada y oportuna, favoreciendo así el desarrollo de un estilo de apego seguro.

Problemas de comportamiento
Por otra parte, no se presentaron diferencias significativas, tanto en el reporte de los adolescentes como en el de los padres, en cuanto a problemas conductuales. Este hallazgo permite desestigmatizar a los adolescentes adoptados como “difíciles”, tema que suele ser controversial. Al comparar los grupos de adolescentes según la edad de su adopción, sólo en el reporte de los adolescentes (no en el de sus padres), quienes fueron adoptados más tardíamente presentaban indicadores en la escala de problemas sociales. Estos dos factores, vínculo de apego y problemas conductuales, refuerzan la importancia de favorecer las adopciones tempranas, evitando que el niño que ya a ha sufrido adversidades (prenatal, perinatal o postnatal) aumente su vulnerabilidad, debido al tiempo que transcurre en el lugar transitorio en espera de ser adoptado.
Se observó que las mamás adoptivas tendían a puntuar más alto en la mayoría de las escalas, en comparación a lo que puntuaban sus hijos. Esta discrepancia puede entenderse de diversas maneras: como que ellas están mucho más alerta a cualquier dificultad que muestre su hijo, lo que representa un factor protector, ya que indica mayor sensibilidad que les permite estar alerta para detectar situaciones problemáticas a tiempo; también podría estar reflejando temores y prejuicios en torno al origen y el desarrollo de sus hijos; o es posible entenderlo como que en realidad sea el adolescente quien puntúa más bajo de lo que corresponde en su reporte sobre problemas conductuales, intentando responder en función de lo que se espera de él y no lo que verdaderamente siente al respecto.

Cognición social
En una tercera variable de investigación, relacionada con el procesamiento de emociones, se les presentó rostros alegres y enojados mientras se observaba la actividad cerebral de los adolescentes. Los resultados mostraron diferencias en el procesamiento emocional según el estilo de apego. Se observó mayor actividad cerebral frente a rostros enojados en el caso de los adolescentes con apego inseguro (sin importar si eran adoptados o no). Esto se puede explicar porque los personas con apego inseguro-evitativo están más alerta a detectar situaciones de amenaza para activar conductas de huida-evitación.
Otro nivel de estudio permitió evaluar la cognición moral; se les presentó videos con situaciones sociales de daño intencional o accidental, mientras se registró su actividad cerebral. Debían identificar la intención de dañar a personas u objetos en situaciones muy simples. En estas mediciones, se evidenció que en los adolescentes adoptados la actividad cerebral estaba atenuada cuando observaban intencionalidad de dañar a personas (en contraposición a lo que mostró el grupo de adolescentes que crecieron en sus familias biológicas). Más aún, aunque el rendimiento en la tarea fue correcto, un análisis más detallado reveló que la actividad de regiones cerebrales vinculadas con la cognición moral estaba reducida y se asociaba a conductas más disruptivas. Esto muestra que los períodos de privación socio-afectiva en los primeros años pueden causar un retraso en el neurodesarrollo, lo que representa un desafío de mejorar las condiciones de las instituciones para un óptimo desarrollo de los niños, y de los servicios de postadopción que consideren programas que favorezcan la regulación emocional.
Respecto al perfil neuropsicológico, los resultados mostraron diferencias mínimas entre grupos, pero un dato muy relevante dice relación con el estilo de apego, los adolescentes con apego seguro (sin importar si eran adoptados o no) presentaron un desempeño superior en casi todas las funciones evaluadas.
Conclusiones
Finalmente, los resultados muestran que la experiencia de privación social temprana impacta de forma distinta en los diferentes niveles evaluados, pero hacen evidente la importancia del mejoramiento de las condiciones de las instituciones y del trabajo postadoptivo, principalmente en lo que se refiere a las adopciones más tardías. Como ejes centrales, se destaca la relevancia de favorecer una vinculación positiva con los padres adoptivos, lo que resulta un factor protector para el desarrollo del niño y su salud mental, e influye a nivel neurofisiológico en el procesamiento de emociones y en las habilidades cognitivas, asignando importancia a las intervenciones tempranas y oportunas, que toman en consideración periodos críticos para el neurodesarrollo. Por último, y muy relevante, estos resultados permiten desestigmatizar a los adolescentes adoptados como adolescentes problemas.
María Josefina Escobar
Doctora en Psicoterapia por la U. Católica de Chile – Universidad de Chile – Universidad de Heidelberg.
Magíster en Psicología Clínica, mención Psicología Clínica Infanto-juvenil, Universidad de Chile
Directora ejecutiva del Núcleo UDP – Fundación INECO para las Neurociencias (NUFIN). Facultad de Psicología, Universidad Diego Portales.

Para más detalles de los resultados presentados:
- Escobar MJ, Huepe D, Decety J, Sedeño L, Messow MK, Baez S, Rivera-Rei A, Canales-Johnson A, Morales JP, Gómez DM, Schröeder J, Manes F, López V, Ibánez A. Brain signatures of moral sensitivity in adolescents with early social deprivation. Sci Rep. 2014 Jun 19;4:5354. doi: 10.1038/srep05354.
- Escobar, J.; Pereira, X. & Santelices, P. (2014) Behavior problems and attachment in adopted and non-adopted adolescents. Children and Youth Services Review. 42: 59-66
- Escobar, Rivera-Rei, Decety, Huepe, Helgiu, Baez, Manes, Lopez, Ibanez (2013). Attachment style triggers differential neural signature of emotional processing in adolescents. PLOS ONE. Vol 8(8):e70247
- Escobar, J. & Santelices, P. (2013). Attachment in adopted adolescents. Children and Youth Services Review. 35: 488–492

Cita normas A.P.A.:
Escobar, María Josefina (2014). Influencia de la privación social temprana en el desarrollo infantil. Adopción y Familia, 10, 44-45

URL abreviada: http://numrl.com/mje10

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